Todo comenzó cuando el autor de la obra literaria, de nombre Mario Puzo, conoció a Roger Evans, en el año 1968, quien era el productor ejecutivo de la ‘Paramount Pictures’ en ese tiempo. Le ofreció los borradores de su futura novela que se denominaría ‘Mafia’. Evans le compró los derechos de autor por US$12,500.00 y la novela salió a la luz pública con el título ‘El Padrino’, en 1969.
Tras el éxito rotundo de la novela, la ‘Paramount Pictures’ decide llevarla a la pantalla como una película de bajo presupuesto. Entonces, Coppola y el mismo Mario Puzo, se pusieron en marcha para hacer el guion de la película y empezaron a seleccionar quiénes serían los actores que interpretarían los personajes de la obra. Ambos se dispusieron a escribir el guion, cada uno por separado; para luego poder juntarse y unificar criterios con la trama. A diferencia de lo que ocurre en las novelas, en esta trama, el director y el novelista no permitieron dar saltos en el tiempo, como sucede en el libro, sino que lo desarrollaron a partir de un personaje y que quede envuelto con otros personajes y circunstancias.
El inicio de la película es fenomenal. Nos presenta un primerísimo primer plano cuando Bonasera se presenta donde ‘El Padrino’ para solicitarle un servicio. La ambientación es extraordinaria, donde nos muestra una habitación marcada de unos claroscuros, reflejando una solemnidad desde donde se irradia todo el poder de este hombre, sentado, escuchando atentamente con un minino (gatito) sentado en su pierna. Todos acuden donde él como al Oráculo de Delfos para saber qué hacer y cómo manejar las cosas, es decir, su futuro con la familia.
Don Vito Corleone es el ‘Padrino’, quien acompañado de sus hijos, todos con personalidades muy diversas, en cuyo dominio se manifiesta todo ese bajo mundo de las apuestas y el gansterismo. Tratando de mantener ese espacio de poder; pero con hincapié en la familia, ocurre que, Don Vito es abaleado por órdenes del capo Sollozzo (Al Lettieri). A partir de ese hecho se da un giro espectacular en la trama, donde surgirá el hombre que le sucederá, resultando ser quien menos se espera, Michael, el más pequeño, y quien siempre estuvo alejado de los negocios de la familia, él será el sucesor.
Michael representa al individuo frío, manipulador, mentiroso, inteligente y con una mente diabólica, que le permitirá aprender del padre, los hilos del poder, para continuar y proteger los intereses de la familia. Él buscará venganza y la forma de afianzar su poderío. Lo logra de una manera avasallante, que transcurre cuando se celebra el bautizo de su sobrino; orquestando un plan para eliminar las cabezas de las demás familias, culminando con éxito, como si fuera un Atilas, arrasando todo a su paso. Está en el cénit de su momento.
“El Padrino” es una película con una majestuosa puesta en escena, monumental partitura de Nino Rota, una cándida y admirable fotografía de Gordon Willis, y un diseño de producción de Dean Tavoularis, que dan forma mítica a esta producción.
Cuando se estrena la película, el 15 de marzo del 1972, en la ciudad de New York, inmediatamente cautiva al público en general y a la crítica estadounidense. Se convierte en un fenómeno donde todo el mundo quiere ver esta monumental obra. Es una historia donde no hay héroes, solamente personajes con complejas personalidades, donde lo que importa es el honor, la lealtad y el respeto a lo que denominan ‘la familia’.
La película, ganadora de tres premios Oscars en la ceremonia del mes de marzo de 1973 obtuvo galardones como: mejor película, mejor guion adaptado y el de mejor actor, actuación desempeñada por Marlon Brando. Éste último envió a recibir el premio a una actriz de origen “indio”, como forma de protesta por el mal trato que recibían en Norteamérica los nativos; razón por la cuál rechazó el premio.
En resumen, estamos ante una Obra Magistral del séptimo arte, que se presenta en varias etapas, dando inicios a que, el concepto de la vida en familia se convirtiera dentro de la cinematografía mundial, como parte vital de la historia del cine.
Algunas curiosidades de la película:
1) Para el proyecto de la película se pensó para dirigirla en: Elia Kazán, Sergio Leone, y Costa Gavras, pero a ninguno les entusiasmó la propuesta. El guion le llegó a Francis Ford Coppola, y este por poco lo rechaza, aunque lo pensó mejor y lo aceptó.
2) Para el papel de Michael Corleone se pensó en: Ryan O’Neal; Robert Redford; Dustin Hoffman, Warren Beatty y en Martin Sheen; sin embargo, recayó en un joven actor que no tenía grandes logros y era conocido como, Al Pacino. Este rodaje fue el salto a la fama de este actor.
3) Para el papel de Don Vito Corleone se pensó en Laurence Olivier; Ernest Borgnine; pero Coppola pensó en Marlon Brando, y los estudios no querían, dado los problemas que Brando ocasionaba. Para conseguir que los estudios aceptasen la propuesta le pusieron tres condiciones, que eran: primero, Brando cobraría el sueldo mínimo; segundo, el actor pagaría de su bolsillo todos los retrasos que en el rodaje causase, y por último, tendría que hacer una prueba de cámara. En esta última prueba ahí Marlon Brando se la jugó, ¡y de qué manera!. Dejó atónito a todos los presentes.
4) Al comienzo de la película, cuando Bonasera le solicita un favor a Don Vito, este último tiene un gato sentado en su pierna. Este hecho no estaba en el guion, Marlon Brando cogió a este gato que rondaba por los estudios, se encariñó con él y se lo llevó al set de rodaje.
5) La cabeza de caballo que aparece en la cama de Woltz, no estaba previsto que fuera real, o al menos, no se lo habían especificado al actor John Marley. El gesto de horror de Marley que se ve en pantalla es auténtico.
6) Marlon Brando improvisó otra escena y es cuando se burla del llanto de Johnny Fontane (Al Martino), y le pega en la cara, ninguno esperaba la reacción, por lo que, tanto la cara sorprendida del actor Al Martino como las sonrisas nerviosas de Robert Duvall son auténticas. Esto era para darle más realismo a la actuación.
7) Por su parte, James Caan se metió tanto en el papel que, en algunos enfrentamientos suscitados con su cuñado Carlo (interpretado por Gianni Russo), tuvieron que sujetarle para que no cometiese alguna desgracia. Coppola estaba feliz por el grado de implicación de los actores. Brando tuvo mucho que ver con esto.
8) La niña a quien están administrando el sacramento del bautismo, en la escena de dicha fiesta, -en la primera parte-, es Sofía Coppola, hija del director; y es la misma que, en la tercera parte de la película “El Padrino”, hace de la hija de Michael Corleone.
9) Cada vez que se avecina un asesinato aparecen ‘naranjas’. Esta fruta tropical es un ente referente para indicarnos un asesinato o una muerte.
10) Coppola empleó a “gángsters” auténticos en muchas escenas. El mejor caso de todos fue el de Lenny Montana, un campeón de lucha libre que se ganaba un sobresueldo como guardaespaldas de un capo. El director se quedó tan impresionado con él que, le adjudicó el papel de Luca Brassi, ejecutor en jefe de Don Corleone.
